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El Museo Diocesano cierra las puertas para convertirse en el Museo de Arte Sacro de Mallorca

23/07/2019

Coincidiendo con el aniversario de su fundación, el 23 de febrero de 1916, el Museo Diocesano de Mallorca cierra sus puertas durante unos meses a partir del viernes 22 de febrero para llevar a cabo una profunda remodelación, tanto desde el punto de vista museológico como museográfico.

El Museo Diocesano, gestionado desde 2013 por el Cabildo de la Catedral de Mallorca, ha realizado diversas actuaciones a lo largo de este tiempo, como exposiciones temporales o visitas guiadas. No obstante, el Museo necesita un cambio para modernizarse y acostarse al público, haciendo atractivo y, sobre todo, comprensible su fondo.

Así lo quiso su fundador, el obispo Pere Joan Campins, quien ya previó de una forma pionera y totalmente visionaria que este museo tenía que llegar a ser “un centro vivo de cultura artística y de estudios históricos en el que el pueblo aprenda y se ilustre con sus tesoros, donde se celebren exposiciones de arte religioso, se realicen conferencias sobre los monumentos sagrados más notables de la isla y se custodie un inventario gráfico de los mismos”.

Así pues, lo que se propone desde el Departamento de Cultura de la Catedral, encargado de la gestión del Museo, es realizar una intervención que se centra en cinco aspectos:

  • Una nueva denominación: Museo de Arte Sacro de Mallorca, una denominación más comprensible para el público, que integra la palabra “arte” y, sobre todo, que hace referencia a la función sacralizada de los objetos, ya que esta fue su función primigenia.
  • Un nuevo discurso expositivo, centrado en explicar la historia de la Iglesia mallorquina a través de su patrimonio histórico-artístico. Se sustituirán, pues, los criterios estilísticos y cronológicos, presentes actualmente, por unos criterios temáticos. Además, también se incorporará dentro del discurso la historia del Palacio Episcopal, edificio que alberga el Museo y que, a su vez, forma parte de la historia de la Iglesia de Mallorca.
  • Una nueva museografía, más adaptada a los nuevos tiempos, con nuevos expositores y nuevos sistemas de información, teniendo en cuenta también la accesibilidad de los contenidos, con recursos museográficos pensados para el público con diversidad funcional.
  • Una nueva distribución y circulación del espacio, más coherente con el nuevo discurso museológico. Se prevé que la exposición deje de ser permanente para convertirse en una exposición abierta, con un constante movimiento de piezas, lo cual, juntamente con su dinamización y programación de actividades, convertirá el Museo en un espacio dinámico y vivo, tal y como fue concebido en sus orígenes. También habrá un espacio dedicado a exposiciones temporales, que servirán para complementar el discurso museológico. Una novedad será la creación de un espacio interactivo, con reproducciones táctiles y accesibles para todos los visitantes.
  • Una nueva programación que incluya diversas actividades e iniciativas dirigidas a todo tipo de público: visitas culturales con diferentes itinerarios, proyectos educativos, visitas inclusivas, exposiciones temporales, jornadas, conferencias, etc.

A raíz de este cambio, el Museo de Arte Sacro de Mallorca se debe consolidar como un centro de conservación, investigación, exposición y difusión del patrimonio artístico-religioso de Mallorca, además de un importante punto de encuentro y de reflexión sobre la religiosidad y la devoción popular en la isla.